SOBRE EL AUTOR

Diego Méndez
Diego Méndez es estudiante de Periodismo, UNIACC. Pasante de Radio UNIACC.
¿Cuánto conocemos del mundo? ¿Estamos seguros de que lo que vemos es todo lo que hay?
Esas son las incógnitas a la que nos enfrenta Álvaro Bisama en “Oráculo”, su último libro. En este, el autor recurre a una serie de cuentos y novelas cortas para conformar un caleidoscopio que se dispersa y se une de forma casi aleatoria.
El texto nos lleva a distintos escenarios en el tiempo y en el espacio; si bien se ambienta mayoritariamente en Chile, existen pasajes que nos dirigen hacia el mar, al Callao, a Francia, a Rusia e incluso fuera del planeta Tierra.
La razón de esto son distintas facetas del horror, que persiguen a los protagonistas de las historias– o son perseguidos por ellos– hasta que se encuentran irremediablemente, lo que culmina en un escenario profundamente inquietante.

Partimos en Chile, con un grupo de personajes pertenecientes al grupo dark, los cuales, debido a sus relaciones interpersonales, descubren una casa embrujada en Patronato. Luego de una pérdida elemental, la leyenda del hogar comienza a crecer, manifestándose años después en un foro de internet. Es ahí donde se nos revela la primera máscara del terror, la cual se esconde detrás de un “ángel”.
Luego, un pirata varado en el sur de nuestro país, el cual se encuentra con ballenas muertas, con algo aterrador dentro de ellas; más de un siglo después, un elenco de mochileros se enfrenta con lo que había dentro de los animales marítimos.
Aquí es donde entramos a la parte más extensa del libro, en la que se nos presenta al personaje Giordano, que se presenta de forma casi subliminal a lo largo de las 360 páginas para tomar el protagonismo en la parte final. Giordano encuentra las memorias escritas de Lorenzo Rojas, un aristócrata que huye de su patria, cargado con un repertorio de secretos a su espalda. Tras una breve estadía en Perú, llega a Francia. En este lugar, debido a las conexiones que la gente de su pasado le entregó, termina oficiando de historiador y, posteriormente, de espía. En las páginas finales de este segmento descubrimos los secretos de Lorenzo y la revelación del individuo que estaba siguiendo.

Vienen unas historias cortas, que hablan de hombres que grafitean puertas en el centro de Santiago; de ovnis; de personas que vomitan pájaros y de objetos extraños que aparecen en videos de YouTube grabados por cámaras que registraron los horrores que ha vivido Ucrania en la actualidad.
Al final, tenemos una historia de cosmonautas rusos, los cuales se encuentran con el lado oscuro de la Luna y las posteriores secuelas de esto.
Sin embargo, el escritor ha reconocido abiertamente que, al momento de editar “Oráculo”, tuvo que recortar parte de los textos. Estos fragmentos se echan de menos, sobre todo en la segunda mitad del libro. Como lector, deseo que estos fragmentos sean recuperados por el autor más adelante. Los leería encantado.
Aquí hay ecos de José Donoso en “El obsceno pájaro de la noche” , de Álvaro Mutis en sus historias de Maqroll el Gaviero y de Mircea Cărtărescu en “Solenoide”. Si te gustan este tipo de autores, mezclados con horror místico, lee “Oráculo”, pues son unas historias entretenidas y profundas, las cuales te harán pasar un buen rato y un buen susto.